Un homenaje lleno de lágrimas y velas encendidas iluminó la noche del fin de semana en el Centro de Recepción Boccardo, en San José, recordando las 197 vidas perdidas entre la población sin hogar del condado de Santa Clara durante este año. Detrás de cada cifra hay historias de dolor, lucha y, finalmente, silencio.
Entre el 1 de diciembre de 2023 y el 30 de noviembre de 2024, casi 200 personas fallecieron viviendo en las calles. La metanfetamina fue un factor en al menos 70 de estas muertes, mientras que las enfermedades cardiovasculares y pulmonares, la hipertensión y la neumonía reclamaron muchas más vidas. Trágicamente, cuatro bebés y dos adultos mayores de 100 años figuran entre las víctimas, un testimonio de que la falta de vivienda afecta desde los más vulnerables hasta los más longevos.
“Es inhumano permitir que la gente viva y muera en nuestras calles”, expresó el alcalde de San José, Matt Mahan, subrayando la urgencia de abordar esta crisis con mayor determinación.
El aumento de las muertes relacionadas con el calor —10 este año en comparación con ninguna el año pasado— pone de relieve el impacto del cambio climático en esta crisis humanitaria. En octubre, San José soportó la semana más calurosa de su historia, con temperaturas que superaron los 100 grados, dejando a las personas sin hogar particularmente expuestas y sin acceso adecuado a refugios frescos.
Actualmente, el condado de Santa Clara tiene cerca de 10,000 personas sin hogar, de las cuales 4,411 en San José viven literalmente en la intemperie. El sistema de refugios no da abasto, dejando a miles sin un techo donde dormir.
Jackie Escobar, quien logró superar cuatro años de indigencia, recordó con emoción el momento en que pudo mudarse a su propio apartamento: “Lo logré… pero estas 197 personas no son solo números. Son historias no contadas, sueños interrumpidos, vidas truncadas”.
A través de esta conmemoración, los líderes de organizaciones como HomeFirst reiteraron su compromiso: “Cada vida importa, cada nombre leído representa un llamado a la acción”, dijo René Ramírez, director ejecutivo de la organización.
El desafío sigue siendo enorme, pero las voces de quienes no están dispuestos a olvidar a estas 197 personas se alzan, exigiendo soluciones tangibles. Porque detrás de cada cifra hay una vida que merecía algo mejor.